jueves, 3 de septiembre de 2009

Perfumarse...todo un arte.

Te aconsejamos rociarlo en aquellas zonas del cuerpo donde los latidos son más intensos, como por ejemplo, las muñecas, la nuca, las sienes, los lóbulos de las orejas y el busto, ya que el calor del cuerpo activa la fragancia y la hace más duradera.
Un buen truco consiste en crear una nube de perfume con el spray y pasar por debajo (con los ojos cerrados) para impregnar a la vez piel, pelo y ropa.
Recuerda: no necesitas bañarte en perfume, una poca cantidad es suficiente, aunque después de unas horas tu ya no huelas la fragancia, esta sigue allí y los demás la perciben.

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